Artículo ampliado en septiembre 2015. Según el Bagua de Fu Hsi (Cielo Anterior) y textos antiguos rescatados por Richard Wilhelm (ver I Ching, pp. 352-354), la dinámica natural de autorregulación se mueve en dos direcciones opuestas. Además del movimiento fluido de curso progresivo, el ciclo de expansión (Yang), hay un movimiento contrario regresivo, el ciclo de retrospección (Yin), mediante el cual se van formando los gérmenes del porvenir.
El ciclo de retrospección conecta con el interior, nos hace tomar conciencia de nuestros orígenes, la condición interior de la fuerza primordial Tierra, lo Receptivo. Como dice I Ching (ver p. 480):
“También el hombre alcanza eternidad cuando no pretende, en un vano trajinar autónomo, hacerlo todo por sí mismo, sino antes bien se abre, tranquila y constantemente, a los estímulos que afluyen hacia él desde las profundidades de las fuerzas Creativas.”
En la naturaleza se invierte la dirección del movimiento de los cambios cíclicos por la noche y en otoño e invierno, al entrar lo Receptivo de la Tierra en su fase de clausura. También el ser humano necesita su fase de clausura. Para no desviarse del camino de lo Receptivo tiene que parar su actividad creativa ya que, si no se para, pierde la conexión con la inspiración e indicaciones de lo Creativo por lo que se condena a “hacerlo todo por sí mismo en un vano trajinar autónomo”.
En el artículo anterior hemos visto que cuando la expansión llega a su fin natural (en otoño), las condiciones espacio-temporales en el Elemento Tierra se determinan por la interacción en la coordenada Lago-Montaña. Es decir, surgen las condiciones que se explican en el hexagrama formado por los trigramas Lago (abajo) y Montaña (arriba), nº 41: La Merma. Cuando aprendemos la lección de este hexagrama, nos paramos en el estado vital Montaña para aquietar nuestro corazón.
Aquietándonos, se inicia el ciclo de retrospección. Al consultar el bagua, vemos que después del trigrama Montaña viene el trigrama Tierra (lo Receptivo). Así que, el primer hexagrama del nuevo ciclo está formado por el trigrama Montaña en la base y el trigrama Tierra en la cima. Como hemos visto también en el artículo 10 del bloque «Bagua de Fu Hsi”(P.6.11), el ciclo de retrospección se inicia al cerrarse la tierra sobre las simientes generadas en el estado Montaña, para proteger éstas de las inclemencias del tiempo.
Surge así el hexagrama 15: La Modestia.
La imagen muestra “la tierra en cuyo interior (abajo) se oculta una montaña”. En este hexagrama I Ching habla de la ley del Cielo que vacía lo lleno y llena lo modesto, y la ley de la Tierra que modifica lo lleno haciéndolo afluir hacia lo modesto. Aplicado a la vida humana significa que hay que sopesar las cosas e igualarlas:
“Así procede el noble cuando establece el orden sobre la tierra. Él compensa los opuestos sociales que son fuente de desunión, de falta de paz, y crea con ello condiciones justas y llanas.”
Se podría decir que en el hexagrama La Modestia, la Montaña (Aquietamiento) oculta debajo del trigrama Tierra simboliza los gérmenes del porvenir. Cerrándose la Tierra sobre las simientes, en el ciclo de retrospección se modificará lo lleno de los acontecimientos que surgieron durante el ciclo expansivo.
Cuando se pone el sol o llega el otoño, la Tierra entra en su fase de clausura. La fuerza complementaria de la Tierra (lo Receptivo) es el Cielo (lo Creativo) pero, al estar la Tierra en su fase de clausura, lo Creativo no puede penetrar en la Tierra como ocurre al iniciarse el ciclo de expansión. Hemos visto en el artículo anterior que este ciclo surge en una época en la cual, por así decirlo, reina el cielo sobre la tierra, el tiempo que I Ching describe en el hexagrama 11: La Paz. La Paz se instala gracias a la apertura de lo Receptivo de la Tierra que permite su entrega a la energía e intenciones de lo Creativo del Cielo.
Durante la fase de clausura se generan en la Tierra las condiciones espacio-temporales que se describen en el hexagrama 12: La Detención o, mal traducido del alemán al español, El Estancamiento. Este hexagrama está formado por el trigrama Tierra (abajo) y el trigrama Cielo (arriba), la constelación contraria a la unión de lo Creativo del Cielo y lo Receptivo de la Tierra que genera un ciclo expansivo. Cuando la Tierra se cierra, lo Creativo del Cielo no actúa mediante lo Receptivo de la Tierra, como es el caso en el tiempo del ciclo expansivo, sino a través de su “hija mayor”, el Viento (Elemento Madera).
En el ciclo de retrospección lo Creativo actúa a través de lo Receptivo del Viento (Madera) y penetra en el interior de las simientes que se depositaron en el estado Montaña durante el ciclo expansivo. Entonces, probablemente, lo Creativo del Cielo engendra sus principios vitales en cada nueva semilla y éstas se desarrollan durante el primer tramo (Viento-Trueno) del ciclo retrospectivo. Este tramo se corresponde con nuestra fase de clausura durante las horas de sueño por las noches.
Movimiento global
Así que, lo Creativo del Cielo situado arriba en el bagua, se dirige a la fuerza primordial Viento (Madera) que se encuentra a su lado derecho. Se da así una constelación en la que el trigrama Cielo forma la base (abajo) del hexagrama que surge al unirse con el Viento (arriba). Las condiciones espacio-temporales que se crean de esta manera, se especifican en el hexagrama llamado: La Fuerza Domesticadora de lo Pequeño.
Hexagrama 9: La Fuerza Domesticadora de lo Pequeño.
“Lo pequeño” es la línea discontinua en el cuarto puesto del hexagrama. Es lo Receptivo del Viento que sopla en lo alto del Cielo. Reproduzco aquí lo esencial del texto: “Lo pequeño refrena el aliento ascendente de lo Creativo. (…) Densas nubes, pero sin que por el momento se precipite lluvia ninguna, (…) La época de la acción penetrante en gran medida aún no ha llegado. (…) Así también al hombre, en épocas que no permiten una gran acción hacia afuera, sólo le queda la posibilidad de refinar en lo pequeño las manifestaciones de su naturaleza (Viento).”
Como hemos visto en el hexagrama 57: Lo Suave, el Viento disuelve todo lo que se ha acumulado y, en el hexagrama 29: Lo Abismal, el Agua ayuda a digerirlo y asimilarlo.
Hexagrama interacción Viento-Trueno
Al invertirse la dirección de los cambios cíclicos, en el ciclo retrospectivo es la fuerza natural Viento la que promueve la interacción con su fuerza complementaria, formándose así un hexagrama que se fundamenta en las aportaciones del Viento en lo interno y la movilidad del Trueno en lo externo. Es el hexagrama 32: La Duración. En él lo Creativo del Cielo inspira al Viento (vida orgánica) cuya suavidad y persistencia le hace a uno penetrar en el fondo de la cuestión.
Hexagrama 32: La Duración
está formado por el trigrama Viento en la base (abajo) y el trigrama Trueno arriba.
I Ching dice en este hexagrama que en este tiempo se trata de la unión entre ambas fuerzas como estado duradero. Del Libro tercero (p. 636) reproduzco esta descripción:
La Duración significa lo largamente perdurable.
El signo Duración origina la unidad del carácter.
Significa duradera persistencia en su órbita.
A un fin le sigue siempre un nuevo comienzo.
El trigrama Viento abajo indica que hay suavidad en lo interno y el de arriba (Trueno) indica movilidad en lo externo.
“La Duración es un estado cuyo movimiento no se atenúa a causa de impedimentos, de frenos. No es un estado de quietud, pues una simple detención constituye de por sí un retroceso. Duración es, antes bien, el movimiento de un todo rigurosamente organizado y acabado en sí mismo, que se lleva a cabo según leyes fijas, concluye en sí mismo y, por tanto, se renueva a cada momento.”
“Así también el hombre de vocación encuentra en su camino un sentido duradero y gracias a ello el mundo cumple su formación cabal. Por aquello en lo cual las cosas tienen su duración, puede reconocerse la naturaleza de todos los seres en el cielo y sobre la tierra. (…) El trueno retumba y el viento sopla: ambas manifestaciones representan lo sumamente móvil, de modo que, según las apariencias, se trataría de algo opuesto a la duración. Sin embargo, su aparición y desaparición, su avance y retroceso, su ida y venida, obedece a leyes duraderas. (…) Así, el hombre noble siempre vive de acuerdo con el tiempo y varía con éste. Lo duradero es el rumbo firme, la ley interior de su ser, la que determina todos sus actos.”
Interacción entre el Viento y el Trueno
I Ching me ha enseñado tomar conciencia de las maravillas que recibimos por las noches gracias a las influencias del Viento (Madera) y las del Trueno (Metal). Las funciones fisiológicas de los órganos vitales que la medicina china relaciona con los Elementos Madera (Viento) y Metal (Trueno), son las del hígado (Madera) y las de los pulmones (Metal). Estas funciones son análogas a las que ejercen las fuerzas naturales Viento y Trueno en la vida humana (ver mi libro pp. 277-280).
Los antiguos investigadores de medicina china se dieron cuenta que hay unos canales invisibles en el cuerpo a través de los cuales fluye la energía que nutre los órganos principales. Son los mal llamados “meridianos” de acupuntura. El horario del recorrido de la energía nutricia por el cuerpo indica que el hígado y el pulmón se nutren y se activan por la noche: el hígado entre las 23.00 y 03.00 horas y los pulmones entre las 03.00 y 07.00 horas de la hora solar. O sea, en verano dos horas más tarde (de 01.00 a 9.00 h.) según el horario oficial en España, y en invierno una hora más tarde que la hora solar.
Por eso, sabemos que tenemos que consultar la almohada cuando hay que tomar una decisión o solucionar un problema. Comprendes por qué este método sirve, si conoces las cualidades de las fuerzas primordiales Viento (hexagrama Lo Suave) y Trueno (hexagrama Lo Suscitativo). Se puede invocar su ayuda “lanzando un problema al aire” antes de dormir.
Entonces, por sí mismo el Viento dirige sus actividades creativas en esa dirección. Podemos además facilitar su trabajo si nos imaginamos el movimiento infinito de la interacción entre el Viento y el Trueno, bien en la dirección del hexagrama La Duración (el Viento inspira el movimiento) ó en la dirección opuesta del hexagrama El Aumento (el Trueno inspira el movimiento). Imaginándonos el recorrido del signo “infinito”, la vía de actuación de ambas fuerzas naturales se libera de obstáculos por lo que podrán cooperar libremente y, mientras tanto, nosotros a disfrutar de un sueño recuperador y recoger los frutos de su trabajo por la mañana.
Movilización de la coordenada Fuego-Agua
La coordenada Viento-Trueno moviliza la coordenada Fuego-Agua mediante el rayo, la fuerza eléctrica del Trueno, que activa el Fuego. Este rayo de luz surge de la labor nocturna de las fuerzas naturales Viento y Trueno; son los frutos del trabajo resolutivo del Viento y del trabajo de discernimiento del Trueno. Por la mañana, estos frutos calientan el corazón e iluminan la mente que corresponden a la fuerza primordial Fuego. Siguiendo el itinerario plasmado en el bagua, vemos que el trigrama que viene después del Trueno, es el Fuego. Se forma así el hexagrama 21: La Mordedura Tajante.
Hexagrama 21: La Mordedura Tajante
está formado por el trigrama Trueno en primer lugar (abajo) y el trigrama Fuego arriba.
En este hexagrama I Ching habla de los obstáculos que perturban la armoniosa convivencia. Así que, este tiempo es muy diferente al tiempo de La Duración que disfrutamos por la noche. El mensaje del hexagrama parece aludir a las inclemencias que el ser humano padece en el mundo. Al contrario del estado celestial que vivimos sumergidos en el tiempo de La Duración, el mundo temporal en la tierra acarrea obstáculos que tenemos que atravesar, igual que las semillas tienen que hacerlo para germinar.
En el mundo vegetal, los nuevos tallos que brotan de las semillas en la tierra, buscan por naturaleza el camino hacia la luz. En cambio, en el mundo humano los obstáculos provocan a menudo luchas de poder interminables. En el Libro tercero se reproduce el dictamen (probablemente) original de este hexagrama. Dice así:
“Cuando el sol se hallaba en el mediodía, el divino agricultor realizó la feria. Hizo que acudieran las gentes sobre la tierra y reunía las mercancías sobre la tierra. Ellas trocaban entre sí, luego retornaban y cada cosa volvía a su lugar.”
Ahí se comenta que “el trigrama Fuego significa el sol que se halla en lo alto, mientras que abajo se mueve el torbellino de la feria”. Y se advierte que aunque esta constelación es favorable en apariencia, no es así debido a la estructura interior del hexagrama: “Si bien hay claridad y movimiento, se interponen entre ellos como resistencias el peligro y la detención.”
En el Libro primero se explica la imagen del hexagrama de la siguiente manera:
“El signo representa una boca abierta entre cuyos dientes hay un obstáculo (en el cuarto puesto). Por consiguiente no pueden juntarse los labios. Para poder hacerlo es necesario atravesar el obstáculo mordiéndolo enérgicamente.”
De modo que en el tiempo de este hexagrama se trata de no detenernos ante el peligro sino de atravesarlo.
I Ching señala que las perturbaciones de la armoniosa convivencia son ocasionadas por “criminales y calumniadores” (literal o figurativamente, ya que son arquetipos). En todo caso, hace falta administrar justicia:
“Tales obstáculos conscientes no desaparecen por sí mismos. Entonces es necesario intervenir a fondo y con energía, para que no surja ningún perjuicio duradero. (…) Los obstáculos en la convivencia de los hombres se acrecientan siempre por la falta de claridad en las determinaciones penales y debido a la negligencia en su ejecución. Únicamente mediante la claridad (del relámpago) y una resuelta rapidez en la ejecución de los castigos se afirman las leyes. (…) Claridad y severidad cuyo objetivo es mantener a las personas en la observación del debido respeto por las leyes universales.” Como se comenta en el Libro tercero, “culpa e inocencia se diferencian nítidamente ante los ojos de un juez justo”.
Hexagrama interacción Fuego-Agua
Si adquirimos el debido respeto por las leyes justas del orden universal, se inicia un tiempo en que la transición de la confusión al orden ha quedado consumada. “También en los detalles, todo se halla ahora en su sitio”, dice el hexagrama formado por el trigrama Fuego abajo y el trigrama Agua arriba, que interactúan en este tramo del ciclo retrospectivo.
Hexagrama 63: Después de la Consumación
I Ching describe este tiempo de la siguiente manera:
“Los trazos fuertes (lo Creativo) se encuentran en los puestos fuertes, los trazos débiles (lo Receptivo) en los puestos débiles. Es esta una constelación muy favorable. No obstante, da que pensar. Precisamente una vez alcanzado el equilibrio cabal, cualquier movimiento puede hacer que del estado de orden surja nuevamente la decadencia. (…) De modo que este signo indica condiciones vigentes en un tiempo de culminación, que requieren extrema cautela.”
Esto se sintetiza así en el Libro tercero:
Después de la Consumación significa fortalecimiento, afirmación.
Al comienzo ventura, al final confusión.
En el Libro primero se explica la situación con estas palabras:
“La transición que va del tiempo viejo al tiempo nuevo ya ha sido llevada a cabo. (…) Todo sigue su marcha como por sí mismo. Esto seduce fácilmente a un relajamiento de la tensión y a dejar su curso a las cosas. Tal indiferencia, empero, es raíz de todos los males. De ella surgen necesariamente fenómenos de decadencia. Se enuncia aquí la regla que suele predominar en la historia. Pero esta regla no constituye una ley inexorable. Quien la comprenda será capaz de eludir sus efectos mediante una incesante perseverancia y cautela.”
El trigrama Agua está por encima del trigrama Fuego.
“Cuando el agua, en la marmita, cuelga sobre el fuego, ambos elementos están en mutua relación y debido a este hecho se genera energía. No obstante, la energía que así se produce impone adoptar precauciones. Si el agua se desborda, se extingue el fuego y se pierde su función energética. Cuando el calor es excesivo, el agua se transforma en vapor y se pierde en el aire. (…) Así también en la vida hay circunstancias en que todas las fuerzas se equilibran y cooperan, y por lo tanto todo parecería estar en perfecto orden. Tan sólo el sabio (arquetipo) reconoce en tales épocas los momentos de peligro y sabe dominarlos mediante precauciones tomadas a tiempo.”
Interacción entre el Fuego y el Agua
Los tiempos de la constelación Fuego-Agua son los de la llegada a una meta. Como por ejemplo al final de los cuentos de hadas, cuando los protagonistas vivieron felices y comieron perdices.
No obstante, como señala el hexagrama “Después de la Consumación”, el orden y la felicidad no pueden ser nunca estados duraderos. Es imposible retener determinado estado dado que todo final encierra un nuevo comienzo. Por eso, este hexagrama no es el último del Libro de las Mutaciones. Al final se sitúa el hexagrama 64: Antes de la Consumación, que representa la transición del desorden al orden, como hemos visto en el ciclo de expansión.
I Ching enseña que la infinita sucesión de cambios permite que la vida se renueve constantemente. Y llama la atención sobre el hecho de que querer evadir los cambios produce inevitablemente inercia, indiferencia, soberbia e insatisfacción. Insatisfacción, porque la felicidad que buscamos no es un estado sino el efecto de una constante renovación interior.
El Agua humidifica las semillas en el estado vital Montaña
Hemos visto al principio del ciclo de retrospección -cuando lo Creativo del Cielo se dirige a la fuerza receptiva del Viento- que había densas nubes pero sin que por el momento se precipitara lluvia ninguna (ver hexagrama 9: La Fuerza Domesticadora de lo Pequeño). Si aprendemos las lecciones de los hexagramas siguientes (La Duración, La Mordedura Tajante y Después de la Consumación), el curso natural hace que “brote una fuente de agua al pie de la montaña,” como dice I Ching en el hexagrama que se forma después de la interacción Fuego-Agua.
Si estamos atentos en los tiempos del orden cuando “todo sigue su marcha como por sí mismo,” podemos reconocer los fenómenos de decadencia que están al acecho en las condiciones espacio-temporales del hexagrama 63. Es importante mantener la atención y percibir los indicios del peligro del “rayo del Trueno” (prepotencia) y el peligro del equilibrio cabal entre el Fuego y el Agua (autoengaño). A fin de mantener la atención, la perseverancia y la cautela necesarias para avanzar hay que saber pararse, como indica el trigrama Montaña que se activa después de la interacción Fuego-Agua, según el bagua de Fu Hsi.
Ahora es el Agua que inicia la acción –por lo que se sitúa abajo en el hexagrama- y se dirige a la Montaña cuyo trigrama ocupa la posición superior. Sale así el hexagrama 4: La Necedad Juvenil. Muestra la fuente que brota al pie de la montaña y da la imagen de juventud inexperta, dice el texto. Dado que el oráculo del I Ching nos trata muy respetuosamente y no se cansa nunca de enseñar las leyes de la Vida, creo que el título del hexagrama se debe a una traducción desafortunada del chino; o bien, los maestros que volvieron a redactar El Libro de las Mutaciones en la antigüedad, sí se cansaron de la inseguridad del ser humano y despreciaron su falta de experiencia.
Hexagrama 4: La Necedad Juvenil
En este hexagrama I Ching expresa la intención de ayudar a superar las dificultades que nombra también en el hexagrama La Mordedura Tajante: peligro y detención, el infortunio de detenernos ante el peligro. El agua enseña cómo salir del peligro sin forzar nada:
“El agua necesariamente sigue su curso fluyendo; al emerger el manantial, de buenas a primeras no sabe, claro está, hacia dónde dirigirse, pero con su constante fluir va rellenando los sitios que le impiden el progreso.”
Del Libro tercero vienen estas citas:
Necedad Juvenil significa tosquedad juvenil.
Es este el estado juvenil de las cosas.
Significa confusión caótica y subsiguiente iluminación.
La necedad obtiene éxito.
Alguien que tiene éxito, acierta en su actuación
dando con el tiempo adecuado.
No soy yo (I Ching) quien busca al joven necio,
el joven necio me busca a mí.
Fortalecer en un necio lo recto,
he aquí una tarea sagrada.
En este hexagrama I Ching da consejos fundamentales tanto al que enseña como al que aprende y sobre el propio uso del Libro de las Mutaciones como oráculo. Para dar una idea sobre su enfoque, reproduzco este párrafo:
“En la juventud la necedad no es nada malo. Sólo que es preciso dar con un maestro experto, y enfrentarse con él del modo debido. Para ello hace falta, en primer lugar, que uno mismo advierta su propia inexperiencia y emprenda la búsqueda de un maestro. Únicamente semejante modestia y diligencia acreditarán la necesaria disposición receptiva. (…) Así pues, el maestro debe esperar, tranquilamente, hasta que se acude a él. Sólo así la enseñanza podrá llevarse a cabo a su debido tiempo y del modo que corresponde.”
Relato de Hermann Hesse sobre este hexagrama
En el sitio web de Tegularius -donde vienen los textos completos de los 64 hexagramas del “Libro primero” del I Ching traducido por Richard Wilhelm- hay también un relato de Hermann Hesse sobre La Necedad Juvenil. Este relato es tomado de su libro “El juego de los abalorios” y se publica en dicha web porque el nombre de la misma, “El Hermano Mayor”, se inspira en él. Cuando abras la web verás a la derecha y arriba el enlace que va al relato de Hesse (debajo de “Acerca del nombre”).
La disposición que nos hace florecer y prosperar en el ciclo expansivo
La fase de clausura de la Tierra se va terminando cuando su estado vital Montaña se activa durante la constelación Agua-Montaña (La Necedad Juvenil). Tan pronto como la Tierra y los seres vivos hayan adquirido la necesaria disposición receptiva, la energía del Cielo se concentrará de nuevo en el estado vital Montaña del Elemento Tierra (el planeta y sus habitantes).
Igual que el ciclo expansivo, el retrospectivo llega a su final natural en el estado Montaña. Las simientes depositadas en la Tierra en el ciclo expansivo anterior, han germinado y salen a la superficie en el estado Montaña del ciclo retrospectivo. La fuente de Agua al pie de la Montaña asegura el humedecimiento de sus raíces y la nueva vida se dispone a crecer y a desarrollarse en el ciclo expansivo que va a comenzar.
La dirección del movimiento en el bagua indica que a partir del trigrama Montaña, el curso natural conduce a interactuar con su fuerza complementaria, el estado creativo Lago cuyo trigrama está en frente. De manera que surgen unas condiciones espacio-temporales determinadas por el aquietamiento de la Montaña (hexagrama 52) en el interior y, hacia el exterior, una actitud cooperativa y creativa caracterizada por la serena alegría del Lago (hexagrama 58). I Ching describe estas condiciones vitales en el hexagrama 31: El Influjo, formado por el trigrama Montaña abajo y el trigrama Lago arriba.
Hexagrama 31: El Influjo
El hexagrama muestra el trigrama Lago por encima del trigrama Montaña. Esta imagen significa lo siguiente:
«Para que pueda formarse un lago en la cima de una montaña, ésta tiene que ser plana y ahondada en la cumbre. Si sobresaliera inaccesible y orgullosamente, la montaña no podría acoger el agua que cae del cielo y dar lugar al sereno regocijo que es el atributo del Lago.»
Sobre esta imagen copio del Libro tercero el siguiente comentario:
“Así el noble, mediante su disposición acogedora, deja que los hombres vengan a él.”
Como explica el hexagrama 52: El Aquietamiento, en el estado Montaña se aquieta el corazón haciendo que “los movimientos del corazón, los pensamientos, se limiten a la situación actual de la vida». De esta manera se consigue que en el corazón moren la verdad y la fortaleza necesarias para realizarnos en el estado Lago. Como hemos visto en el hexagrama 58: Lo Sereno (estado Lago), “en el corazón han de morar la verdad y la fortaleza, mientras que en el trato, a la luz del día y hacia afuera, debe aparecer la dulzura. La ciencia ha de ser una energía refrescante, vivificante y únicamente puede llegar a serlo en el trato estimulante entre amigos de ideas afines, con los que uno platica y se ejercita en la aplicación de las verdades vitales.”
Las condiciones espacio-temporales que se dan en El Influjo, constituyen el fundamento de todas las relaciones sociales. El hexagrama dice así:
“Todo logro se basa en una acción de atracción mutua. La quietud interior, junto con la alegría exterior, consigue que la alegría no se exceda, que más bien permanezca dentro de los límites de lo recto. (…) Esta atracción por lo electivamente afín constituye una ley general de la naturaleza. El Cielo y la Tierra se atraen recíprocamente y así se engendran todos los seres.”
Sobre la Montaña hay un Lago: la imagen del Influjo.
Así el noble, en virtud de su disposición receptiva
deja que los hombres se acerquen a él.
Tanto el “noble” como los “hombres” son además arquetipos. Así, por ejemplo con respecto a los propios sentimientos, pensamientos y actitudes, el noble se refiere a sentimientos, pensamientos y actitudes nobles, mientras que el arquetipo hombres, o pueblo, hace alusión a los sentimientos, pensamientos y actitudes comunes que se arraigan en las costumbres.
Aquí, se compara el noble con la Montaña y los hombres con el Lago.
“Así el noble acoge a los hombres, manteniéndose interiormente humilde y libre. (…) Mediante una atracción de esta índole influye el sabio (arquetipo) sobre los corazones de los hombres y el mundo logra la paz. (…) Al que pretende saberlo todo mejor, los hombres pronto dejan de aconsejarlo.”
Es decir, ni para con nosotros mismos, ni hacia otros, deberíamos imponer lo que consideramos noble, sino mantenernos abiertos a lo que puedan aportar los demás. Dirigiéndonos por el sincero sentir, el corazón se abre a la sabiduría universal (el sabio) y la nobleza se introduce por sí misma, humilde y libremente. “Así el saber adquiere múltiples aspectos y cobra una serena liviandad,” dice I Ching en el hexagrama 58: Lo Sereno (Lago).
Como enseña la naturaleza:
“El lago sobre la montaña cede a la montaña algo de su humedad. La montaña junta nubes que a su vez alimentan al lago. Así sus fuerzas ejercen entre sí un influjo recíproco.”
Manteniendo la disposición interiormente humilde y libre del estado Montaña y afianzándonos en nuestra verdad interior, nuestro corazón se arraiga en lo Receptivo de la Tierra por lo que recibimos las indicaciones de lo Creativo del Cielo e, igual que la Tierra, nos hacemos “partícipe de su energía creadora, dando forma y realidad a sus intenciones en el estado Lago”.
De manera que nos mantenemos firmes sin perder el rumbo siempre y cuando creamos las circunstancias temporales en el estado Lago cuidando la disposición interiormente humilde y libre del estado Montaña. En el estado Lago damos forma a nuestro ser y, como indica la secuencia de trigramas en el bagua de Fu Hsi, a continuación el curso natural se dirige al trigrama Cielo. Esto significa que surgen condiciones vitales que se describen en el hexagrama formado por los trigramas Lago (abajo) y Cielo (arriba): El Porte.
Hexagrama 10: El Porte (La Pisada)
I Ching explica aquí que la constelación de este hexagrama muestra una situación difícil, dado que la línea abierta (lo Receptivo) en el tercer puesto se encuentra sola en medio de la multitud de líneas firmes (lo Creativo). Dice así:
“Lo más fuerte y lo más débil se encuentran en contacto directo. Lo débil le pisa los talones a lo fuerte y se entretiene provocándolo. Pero lo fuerte lo deja hacer y no le hace daño alguno, pues el contacto es alegre y nada hiriente.”
“Lo fuerte” es lo Creativo del Cielo, “lo débil” es lo creativo del Lago. El pisar por parte de lo débil, su porte frente a lo fuerte, no es peligroso porque ocurre sin arrogancia.
En el Libro tercero se explica que este hexagrama muestra el fundamento del carácter y promueve una conducta armoniosa:
“Así distingue el noble entre alto y bajo y afirma con ello el sentido (camino) del pueblo. (…) El trigrama inferior es concebido de acuerdo con su esencia integral como sereno y obediente en su relación con lo Creativo-Fuerte (trigrama Cielo).”
Lo cual se aclara así en el Libro primero:
“El cielo y el lago revelan una diferencia de altura que se ha producido por sí misma conforme a la naturaleza de ambos: por lo tanto ninguna forma de envidia enturbia esta relación. Así también en el seno de la humanidad es imposible lograr que la igualdad general sea una realidad. De lo que se trata es que las diferencias de rango en la sociedad humana no sean arbitrarias e injustas. (…) Si la dignidad interior forma la pauta para el rango externo, reinará la calma entre los hombres y la sociedad logrará el orden.”
Si somos conscientes de que nuestro estado creativo Lago es débil en comparación con lo Creativo del Cielo, si actuamos de modo receptivo y procuramos no abusar de nuestro libre albedrío, se crean las condiciones que lo Creativo (trigrama Cielo) necesita para penetrar en nuestro interior e inspirarnos desde dentro (trigrama Tierra). De modo que el movimiento a través de los trigramas del bagua, vuelve al punto de partida del ciclo expansivo. Siempre que aprendamos la lección del hexagrama 10, surgirán las condiciones espacio-temporales que se crean en la constelación Cielo-Tierra
Hexagrama 11: La Paz
Como hemos visto en el artículo sobre el ciclo expansivo, el hexagrama La Paz muestra la unión Cielo-Tierra, la unión de lo Creativo y lo Receptivo en íntima armonía. Cuando la Tierra se abre interiormente y se entrega a las influencias del Cielo, de ello emana paz y bendición para todos los seres ya que siempre que sus influjos se encuentran uno a otro, el ser humano florece y prospera como la naturaleza lo hace en primavera.
Los textos completos de los hexagramas, ver http://iching-tegularius.blogspot.com.es/