Siempre que el Elemento Tierra (planeta y habitantes) se encuentra en el centro de confluencia de las coordenadas Cielo-Tierra, Trueno-Viento, Agua-Fuego, Montaña-Lago, los seres individuales pueden abrirse hacia su interior (ADN) y conectarse con lo Creativo del Cielo mediante el sincero sentir. El reino animal encuentra así su guía en la vida y gracias a ello los seres vivientes salvaguardan espontáneamente el equilibrio Yin-Yang que hace que se regeneren constantemente, igual que el planeta Tierra.
La condición vital de la Tierra es Receptiva por lo que se abre hacia lo Creativo del Cielo y el campo magnético del Cielo penetra en el interior de la Tierra. Como sugiere el símbolo Tai Ji que representa el principio Yin-Yang, la interacción entre el Cielo y la Tierra se produce en forma de espirales Creativas y Receptivas que se comunican entre sí de modo centrípeto (contrayéndose) y centrífugo (expandiéndose) en el interior de cualquier manifestación corporal de lo Creativo del Cielo en la Tierra y en el interior del planeta mismo.
Empleando el lenguaje poético del Libro de las Mutaciones para dar una idea global de la interacción entre la energía del Sol y la materialización de la que se encarga la Tierra, podríamos decir que la espiral primaria de lo Creativo del Cielo penetra de forma centrípeta (ver el dibujo de la derecha) en el polo norte del planeta cuya condición Receptiva hace que la Madre Tierra se entregue a la atracción magnética del astro rey y reciba sus indicaciones para ir realizando en la Tierra las intenciones de lo Creativo del Cielo.
La interacción Cielo-Tierra en la coordenada vertical del bagua se representa de modo esquemático en las siguientes imágenes. La imagen de la izquierda muestra los trigramas Cielo y Tierra del bagua y la circunferencia del planeta en cuyo interior interactúan lo Creativo (Cielo) y lo Receptivo (Tierra). La imagen de la derecha ilustra que los conos no representan nada material sino que se trata de la interacción energética entre dichas fuerzas primordiales.
La espiral centrípeta de lo Creativo (blanco) penetra dentro de la espiral centrífuga de lo Receptivo (negro), concentrando las partículas de materia con carga magnética en el núcleo interno de la Tierra cuyo principio Receptivo acoge y conserva la materia compactada. De la materia formada por la interacción entre lo Creativo y lo Receptivo en el núcleo terráqueo surge la espiral centrífuga de la Tierra que disipa hacia el exterior la energía electromagnética.
En la espiral dirigida hacia adentro (lo Creativo) tenemos una fuerza cuya mayor velocidad se encuentra en el centro por lo que esta fuerza energética concentra la materia, compactándola. En el caso del planeta, la unión entre lo Creativo y lo Receptivo lleva a la formación de materias ferromagnéticas (70% de hierro) que se acumulan en el núcleo del cuerpo planetario e inducen un campo magnético en el que se distinguen los dos polos equivalentes a un imán de barra.
Al parecer, el núcleo interno es demasiado caliente como para sostener un campo magnético permanente, pero se supone que actúa como un estabilizador del campo magnético generado por el núcleo externo que es líquido (ver la imagen que viene a continuación). Las altas temperaturas del núcleo sólido, la velocidad de su rotación y las propiedades electrónicas del hierro junto con el movimiento de aleaciones de hierro fundido en el núcleo externo dan como resultado un imán dinámico que genera electricidad. Se cree que el giro del interior del núcleo en referencia a los estados ordenados de los electrones, forman la geodinamo que proyecta el campo electromagnético de la Tierra.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAcleo_de_la_Tierra
De modo que la espiral centrífuga de lo Receptivo de la Tierra disipa hacia la corteza, la biosfera y el exterior del planeta la energía electromagnética que se genera gracias a la interacción entre lo Creativo y lo Receptivo en la geodinamo de la Tierra. Además, esta geodinamo se alimenta constantemente de lo Creativo del Cielo, es decir, se alimenta de la energía y de las partículas con carga provenientes del Sol.
Así que, el centro de la interacción Cielo-Tierra en el bagua corresponde también físicamente al lugar central de la Tierra donde lo Creativo interactúa intensamente con lo Receptivo dentro del planeta. Ahí se genera la geodinamo de la vida de nuestro planeta y se determinan las condiciones vitales de los seres vivientes en la superficie.
En la imagen que acabamos de ver de la interacción entre las espirales energéticas de lo Creativo y lo Receptivo, se observa que la concentración de la materia acumulada toma la forma de un rombo en el centro de la interacción Cielo-Tierra. Cuando convertimos este rombo en una figura de tres dimensiones aparece un octaedro cuyo tetraedro inferior corresponde a lo Creativo y el superior a lo Receptivo.
Esto es un dato llamativo sabiendo que en el hexagrama constituido por el trigrama Cielo en la posición inferior y Tierra en la superior, I Ching habla de la fructífera interacción entre Cielo y Tierra.
Fuente: http://www.aulafacil.com/matematicas-volumenes/curso/Lecc-4.htm
Hexagrama interacción Cielo-Tierra: La Paz
En el hexagrama formado por los trigramas Cielo (abajo) y Tierra (arriba), I Ching explica que al abrirse la Tierra hacia el Cielo, la energía Creativa representada por las líneas continuas del trigrama Cielo, penetra a través de la apertura del trigrama Tierra por lo que las líneas Creativas se colocan por debajo del trigrama Tierra. De esta manera las fuerzas Yin y Yang se unen en íntima armonía y forman el hexagrama 11: La Paz.
Entre otras cosas interesantes, en dicho hexagrama I Ching dice:
“El Cielo se coloca por debajo de la Tierra. De ello emana paz y bendición para todos los seres. (…) En el mundo humano se trata de una época de concordia social. En lo interior, en el centro, se halla lo luminoso; lo oscuro está afuera. Así lo luminoso actúa con vigor y lo oscuro se muestra transigente. De este modo ambas partes obtienen lo que les corresponde.”
Cielo y Tierra se unen: la imagen de La Paz.
Así reparte y completa el soberano
el curso de cielo y tierra,
fomenta y ordena los dones de cielo y tierra,
con lo cual asiste al pueblo.
Para leer el texto completo, ver http://iching-tegularius.blogspot.com.es/
El centro neurálgico de las coordenadas del bagua
Como hemos visto en la imagen “Introducción para el bagua móvil”, las coordenadas formadas por las fuerzas complementarias se juntan en el centro del bagua. Esto indica que las fuerzas naturales se hallan “enchufadas” a la geodinamo del planeta. Parece lógico que las fuerzas Trueno, Viento, Agua y Fuego reciben de ella su energía e inspiración para ejercer sus respectivas funciones en las diferentes capas concéntricas del planeta y en la biosfera y demás esferas exteriores.
Globalmente, la vida funciona de manera análoga en todas partes y en todos sus ámbitos y formas diferenciadas. Por eso, lo que ocurre en el planeta ocurre igualmente en las correspondencias del Elemento Tierra, como son los seres individuales que viven en la biosfera de la Tierra. También el ser humano posee en su interior un centro energético alimentado por lo Creativo del Cielo. Este centro se llama Dan Tian en la cultura taoísta y Hara en la cultura budista. Es el centro de gravedad del ser humano y se le considera la fuente del calor, la esencia vital y el equilibrio Yin-Yang de la persona. Dependiendo del físico, nuestra “corpodinamo”, o dinamo corporal, se sitúa a una distancia de unos tres o cuatro centímetros por debajo y por detrás del ombligo.
En la literatura china se define al Dan Tian como la residencia donde concebimos nuestro Embrión Espiritual y el manantial de nuestra energía vital. Es la Fuente de la Vida, o el Pozo de Agua (hexagrama 48), que se sitúa en el Elemento Agua cuyo trigrama muestra –mediante la línea Creativa situada entre dos líneas Receptivas- que el Agua se dirige por lo Creativo del Cielo para dar forma material a la energía espiritual. Más sobre dicha particularidad en artículo 7 del bloque Bagua y en La función directiva del bloque Fisiología global.
El movimiento de las fuerzas naturales en el plano horizontal
Como hemos visto en el apartado “Liberemos los trigramas”, los trigramas que representan las fuerzas de la naturaleza actúan en el plano horizontal del bagua. Basándonos en el dibujo “Introducción para el bagua móvil”, la imagen que viene a continuación representa la vista superior de las fuerzas primordiales que rigen la vida.
Liberados los trigramas y vistos desde el espacio, en el plano horizontal las cuatro fuerzas naturales forman la rosa de los vientos y la coordenada Cielo-Tierra emite espirales de energía desde el centro. Esta coordenada misma aparecería como un punto en el plano horizontal, dado que el Cielo se eleva por encima de nuestras cabezas, la Tierra está debajo de nuestros pies y lo que ocurre dentro del planeta no se ve desde arriba.
Las espirales de lo Creativo del Cielo (blanca) y lo Receptivo de la Tierra (negra) en el centro, corresponden a la coordenada Cielo-Tierra y representan la energía eterna del ser de la Creación en la Tierra (el planeta, su bioesfera y los seres vivos). La energía Cielo-Tierra inspira (Cielo) y materializa (Tierra) las fuerzas naturales cuyas influencias y aportaciones producen los estados temporales de la Creación. Así que, estando en el centro, el Elemento Tierra recibe las aportaciones de las seis fuerzas primordiales (lo Creativo, lo Receptivo, Trueno, Viento, Agua, Fuego). Sus aportaciones originan la regeneración del planeta, de la naturaleza y de cada uno de sus habitantes dado que los mismos se transforman y se vitalizan constantemente gracias a los cambios cíclicos que se manifiestan en los estados temporales Lago y Montaña.
Aunque los estados vitales Lago y Montaña son palpables y visibles, no obstante, la apariencia cambiante de los mismos sólo puede manifestarse en el tiempo presente. Por eso, en el dibujo “Introducción para el bagua móvil” la coordenada entre ambos estados complementarios no es una línea sino dos flechas dobles. Las flechas que van y vienen de los trigramas Lago y Montaña se refieren unas veces al pasado y otras al futuro, ya que representan lo que el Elemento Tierra (planeta, naturaleza y seres vivos) hace durante los ciclos expansivo y retrospectivo con las aportaciones de los mensajeros y obreros de lo Creativo del Cielo que son las fuerzas de la naturaleza Trueno, Viento, Agua, Fuego que producen los cambios cíclicos. Como ilustra la espiral del tiempo geológico, los efectos visibles de las influencias y aportaciones de las fuerzas naturales se van creando desde el interior hacia la superficie del planeta.
El plano horizontal de la Tierra es su corteza y biosfera. En dicho plano las fuerzas naturales Trueno (Metal), Viento (Madera), Agua y Fuego ejercen la función de mantener el equilibrio vital necesario para permitir que la Tierra desarrolle sus sistemas de sostenimiento de los seres vivientes.
La interacción entre las fuerzas naturales produce los cambios cíclicos que regulan la temperatura y la humedad en el planeta y permiten el despliegue, la renovación y la evolución del ser de la Creación. Hemos visto que, interactuando entre sí, las fuerzas complementarias Trueno y Viento representan el principio primordial de entrada-salida y que la interacción entre las fuerzas complementarias Agua y Fuego representan el principio primordial de la circulación.
Imaginándonos el bagua móvil montado, resulta que sus respectivas coordenadas pueden moverse como columpios subibaja al estar sujetos en el centro de la coordenada Cielo-Tierra que es estable, dirigiéndose hacia el Cielo desde cualquier punto del planeta Tierra. Cómo se mueven las coordenadas móviles, lo deducimos del comportamiento global de la pareja de fuerzas naturales que ponen esta coordenada en funcionamiento. Puesto que la pareja Trueno-Viento se dedica al principio primordial de la alternancia entrada-salida y la pareja Agua-Fuego produce el principio primordial de la circulación, los “columpios” que utilizan para ejercer dichas funciones no se mueven de igual forma.
La interacción entre las fuerzas naturales en el plano horizontal
Como hemos visto, la vida se regenera constantemente mediante movimientos en forma de espirales centrípetas (hacia dentro) y centrífugas (hacia fuera). Observamos que en cualquier manifestación de la vida dichos movimientos se alternan. Es gracias a esta alternancia que las fuerzas complementarias interactúan entre sí y se generan los cambios cíclicos que originan el fenómeno de la biosfera autorregeneradora en la Tierra.
Cada una de las fuerzas vitales ejerce sus funciones mediante la potencia centrípeta-centrífuga del movimiento en espiral. Esta dinámica se podría visualizar de la siguiente manera:
Estas cuatro espirales representan las fuerzas naturales en el plano horizontal; el círculo en el centro corresponde a la geodinamo de la interacción Cielo-Tierra y asimismo a los estados temporales Lago y Montaña del Elemento Tierra (5).
Para esquematizar la dinámica de los cambios cíclicos aún más, en la representación que viene en los artículos siguientes hemos sustituido estas espirales por flechas que se dirigen al centro (movimiento centrípeto) y flechas que se dirigen hacia fuera (movimiento centrífugo) en cada “pétalo” de la “flor” que representa las fuerzas naturales en la rosa de los vientos. Esta flor surge cuando mostramos la interacción entre las fuerzas complementarias Trueno-Viento y Agua-Fuego sustituyendo las coordenadas por formas que reflejan el movimiento infinito de los signos ∞ y 8, a fin de expresar así la interacción fluida y constante entre las fuerzas complementarias.
Las flechas en los pétalos de la flor señalan de un modo simple y esquemático la compleja alternancia de movimientos centrípetos y centrífugos dentro de cada fuerza natural y asimismo la alternancia de estos movimientos en la interacción que las fuerzas complementarias mantienen entre sí. En los dos artículos siguientes veremos paso a paso cómo es el movimiento global entre estas fuerzas en cada coordenada y cómo pasa el proceso de cambio de una coordenada a otra.